¿Les ha pasado que se les sube el muerto cuando están dormidas? En México, ésta es una explicación surreal para una condición muy real: despertar en la noche sin poder mover ni un músculo, pero estás totalmente consciente de que ya despertaste. Sacado de una película de terror.
Como éste, hay muchos desórdenes del sueño que pueden afectar su calidad, y nuestras actividades diarias. Durante años, los científicos se han esforzado por comprender qué pasa con nuestro cerebro cuando dormimos, intentando dar explicaciones razonables a ciertos misterios.
Nos dimos a la tarea de develar algunas de sus investigaciones para que estés enterada de por qué pasan las cosas que pasan cuando dormimos:
En palabras comunes: cuando despiertas a media noche y no puedes mover ni un músculo (subirse el muerto, en México), dando la sensación de estar como congelada.
Esta parálisis es más común en los primeros segundos cuando nos estamos despertando, en la mañana o a media noche. Cuando estamos la fase REM de sueño, nuestros músculos están paralizados para que no actuemos nuestros sueños, es decir, el cerebro da la orden de ¡quieta! para que no vayamos por ahí intentando volar.
Cuando sucede este desorden, nuestro cerebro se despierta millonésimas de segundo antes que el resto del cuerpo, dándonos la sensación de estar totalmente consientes, pero no poder movernos.
Según la Universidad de Stanford, esto no es peligroso, ni causa ningún problema a futuro, salvo la terrible sensación de no poder moverte. Para evitar que esto te pase debes alejarte del estrés, dormir tus 7 horas y en los mismos horarios, para que tu cuerpo no se despierte sobresaltado a media noche.
Un desorden contrario al anterior se llama Desórden de Comportamiento en fase REM. Lo que ocurre es que tus músculos están despiertos y comienzas a actuar tus sueños. Son las personas que hablan, gritan, golpean, se sientan, brincan y mueven los brazos. Esto se incrementa si hay alcohol o medicamentos de por medio.
Este desorden puede llegar a ser violento, sobre todo si la persona se golpea a sí misma o a su compañero. Para solucionarlo hay medicamentos que relajan los músculos mientras dormimos para evitar que nos movamos.
El hablar o caminar dormidas es parecido al desorden anterior. Sucede cuando sólo una parte del cerebro se despierta, pero seguimos parcialmente dormidos. La gente que experimenta este desorden realiza rutinas regulares, como ir al baño, bajar por agua, platicar, sentarse, etc.
Esto ocurre fuera de la fase REM (principal diferencia con la anterior).Cuando no estamos en fase REM tenemos sueños aburridos, por lo que los sonámbulos hacen o dicen cosas que no están relacionadas con sus sueños. Los científicos no se han explicado aún a qué responden las acciones que realizamos cuando estamos caminando dormidas.
Esta condición no es peligrosa, salvo que podamos salirnos de la casa y tener un accidente. Si tú o tu pareja, o uno de tus hijos es sonámbulo, sólo asegúrate de cerrar las puertas con llave y no dejar objetos peligrosos en los pasillos de tu casa.
¡Ojo! No son lo mismo que pesadillas. Los terrores nocturnos son experimentados en su mayoría por los niños, y se detienen en la adolescencia. Cuando esto pasa, los pequeños están totalmente dormidos, y lo que nosotros vemos es a nuestro hijo llorando inconsolablemente, muy triste, gritando y verdaderamente asustado.
Los terrores nocturnos son peores para los papás, porque los pequeños ni siquiera se dan cuenta de que los están viviendo, pero cuando tratamos de consolarlos, pueden no reconocernos. Pueden durar de 2 a 20 minutos pero no afectan el sueño de tu pequeño, es decir, su ciclo no se ve interrumpido. Sólo tú te llevarás un susto impresionante.
Al día siguiente pueden no recordarlo, o tener la vaga impresión de que tuvieron una pesadilla. Los expertos recomiendan no despertar a tu niño y dejar que solito pase el episodio. La edad común en que esto sucede es entre los 4 y los 12 años.
El término médico para este molesto hábito nocturno es Bruxismo, y ocurre cuando movemos los dientes hacia adelante y hacia atrás mientras apretamos la mordida. Suele ser sumamente molesto para las personas que duermen a un lado, pero sobre todo, puede ser perjudicial para tus dientes.
Las causas son variadas pero generalmente relacionadas con el estrés, una mala alineación de nuestros dientes, y la poca habilidad para relajar los músculos mientras dormimos. Para solucionarlo hay que alejarnos del estrés y mientras, ir con el dentista para que nos dé algo de protección para evitar maltratarlos.
Fuente: ActitudFem
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