Muchas veces no se trata de grandes acciones discriminatorias, sino de pequeñas a las que no damos importancia, pero sobre las cuales deberíamos tomar conciencia.
-“Ah, debe andar con el período”: lamentablemente hombres y mujeres usan esta frase peyorativa para descalificar a una mujer que se encuentra, por ejemplo, haciendo un reclamo, etc. Asumir que la única razón de sus actos se debe a que “sus hormonas andan locas”, es discriminatorio.
-“Es solo la secretaria”: no es extraño escuchar a alguien que use esas palabras u otras parecidas, lo que hace es dar a entender que es un cargo que no necesita de mucha preparación.
-Hablarle a la nana como si fuera una niña: cambiar nuestro tono y ritmo de voz para hablar con una nana, es como si pensáramos que de otra manera no podrá entendernos.
-Actuar como si el otro no existiera: muchas veces nos encontramos a la salida del metro con una señora que vende parches curita y nos lo ofrece. Seguir mirando hacia adelante y no decir ni siquiera un “no, gracias”, es otro ejemplo.
-Gritarle al cajero, pero hablarle en otro tono al jefe: es muy sencillo reclamarle con malos modales al cajero, y cuando llegue el jefe cambiar el tono. En el fondo lo estamos discriminando por su trabajo.
-Atender primero o mejor al que está “mejor vestido”: son usuales las discriminaciones por lo que vestimos. Se discrimina a quien viste ropa que creemos es “más pobre”, o por su estilo, de hecho, mucha gente tilda de delincuentes –o sospechosos- a gente por este motivo.
-Discriminar al que viaja en transporte público: en el fondo hace suponer que son inferiores porque no tienen un auto para ir al trabajo. Incluso cuando no tomamos en consideración todo el tiempo extra que le significa a alguien viajar en micro y metro, muestra que no estamos siendo empáticos con una realidad de muchos chilenos.
-Reírnos de alguien que dice “sh” en vez de “ch”: u otros ejemplos de pronunciación. El solo reírnos implica creer que estamos en una posición superior.
-Asumir que en una reunión de trabajo el café lo debe servir una mujer: aunque ella sea una gerenta… Implica que consideramos que “el deber” de la mujer es servir.
-Tratar de tú: a veces cuando tratamos de “tú” a una persona, es para demostrar que trabaja para nosotros, que tiene trabajos que consideramos “menos importantes”, etc. Ojo cuando con el tú estemos disminuyendo a alguien en vez de hacerlo más cercano a nosotros.
Fuente: Publimetro
Sé el primero en decir que te gusta esta post.
No hay comentarios:
Publicar un comentario