sábado, 8 de octubre de 2011

Pérdida auditiva en adolescentes puede estar relacionada con la exposición al humo del tabaco

Aproximadamente un 60 por ciento de los niños en Estados Unidos está expuesto al humo del tabaco, según la información del artículo. Los estudios han asociado la exposición al humo del tabaco, prenatal o durante la infancia, a diversos problemas de salud, como el bajo peso al nacer, infecciones respiratorias, problemas de comportamiento y otitis media. Los niños expuestos al humo del tabaco son más propensos a desarrollar otitis media recurrente, señalan los autores. El tabaquismo pasivo también tiene el potencial de tener un impacto en el desarrollo auditivo, lo que puede llevar a la pérdida auditiva neurosensorial, añaden.



Anil K. Lalwani y sus colaboradores del NYU Langone Medical Center en Nueva York, examinaron los factores de riesgo de la pérdida auditiva neurosensorial, incluyendo el efecto del humo pasivo entre los adolescentes, estratificados por grupos demográficos. Incluyeron en el estudio a 1.533 individuos de 12 a 19 años de edad que participaron en el National Health and Nutrition Examination Survey de 2005 a 2006. Los participantes fueron entrevistados acerca de su estado de salud y antecedentes médicos familiares, la exposición al humo de tabaco ajeno y el auto reconocimiento de la discapacidad auditiva. Además, se sometieron a un examen físico, incluyendo pruebas de cotinina (subproducto de la nicotina) en sangre, y pruebas de audición.

En comparación con los adolescentes que no estaban expuestos al humo ajeno, los que sí lo estuvieron presentaban tasas más altas de pérdida de audición de alta y baja frecuencia. La tasa de pérdida de audición parece ser acumulativa, y aumentaba según el nivel de cotinina detectado por los análisis de sangre. Los resultados también demostraron que más del 80 por ciento de los participantes con pérdida de audición no sabían que sufrían dicho problema.

Como la pérdida de audición a temprana edad puede causar problemas en el desarrollo, los autores sugieren que estos resultados tienen importantes implicaciones para la salud pública en los Estados Unidos. Señalan que la mayoría de los adolescentes no reciben pruebas de pérdida auditiva en ausencia de factores de riesgo, si estudios futuros confirman estos resultados, el humo pasivo podría ser considerado un factor de riesgo.

Los adolescentes que están expuestos al humo del tabaco necesitan un mayor control de la pérdida de audición, concluyen los investigadores. Además, deben ser educados acerca de los factores de riesgo en la pérdida de la audición, tales como la exposición al ruido ocupacional y recreacional o al humo pasivo.

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